
La Gigante & El Micro-Tiny
Sasha llega a casa del gimnasio, con golosinas en la mano, sus enormes pasos golpean la sala de estar. Cuando llega a la mesa de café donde dejó a su último esclavo, se sorprende al ver que se ha ido. Pone su mano llena de otros hombres minúsculos y achicados y una sonrisa cruza su rostro. Entonces, ¿va a ser así, eh? Una cacería? Sabes que te encogí tanto que no hay esperanza de escape, ¿verdad? Da unos pocos pasos, sin saberlo, colocando sus pies justo al lado del diminuto tembloroso en el suelo y comienza a desvestirse de su ropa de gimnasio, sabiendo que su cuerpo voluptuoso atraerá de vuelta al otro, como una polilla a una llama. A medida que escanea el suelo debajo de ella, explica que tenía grandes planes para él. Él iba a ser su nuevo esclavo de culo después del último... bueno, dejó de retorcerse después de un rato. Pero no importa, simplemente se divertirá con sus otros esclavos por ahora. Se dirige a la otra habitación, sin saber que ha pisoteado al diminuto que busca y está viniendo solo para el viaje, pegado a su suela. Ella se burla de los esclavos por ser tan pequeños, diciéndoles cómo fueron especialmente seleccionados - le gustan los tipos grandes y musculosos del gimnasio porque son más propensos a sobrevivir por más tiempo, además de que es mejor nutricionalmente. Agarra a uno, llevándolo a su boca y lo reconoce. Eres el que elogió sus pantalones de yoga el otro día. ¡Bueno, por el tubo! Disfruta de las reverberaciones de sus gritos ahogados viajando por su garganta. Agarra a otro, reconociendo al marine del ejército. Este uno dará una buena pelea. Lo pone en su lengua y lo deja luchar un poco dentro de su boca, disfrutando de sus intentos de liberarse, antes de tragárselo también. Satisfecha, se acuesta y pone los pies en alto, meditando sobre lo desafortunado que es que haya perdido a su nuevo esclavo de culo. Pero a medida que mueve los dedos de los pies y arruga sus plantas, nota algo en su pie. ¡Lo encontró! Puede que esté un poco arrugado y roto, pero milagrosamente, todavía está vivo. ¡Sabía que tenía razón sobre él siendo el candidato perfecto! Lo empuja profundamente entre sus mejillas de culo y lo mueve en su grieta, disfrutando del sentimiento de su agitación y revolcón tanto que tiene un orgasmo explosivo y se derrumba de nuevo en el sofá, aplastándolo aún más.<\/p>"
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